Las ondas de choque han revolucionado el campo de la fisioterapia, convirtiéndose en una técnica terapéutica de fisioterapia avanzada clave para el tratamiento de lesiones del aparato locomotor. Se trata de un procedimiento no invasivo que aprovecha la transmisión de impulsos sonoros de alta energía para estimular el metabolismo tisular, reducir el dolor y mejorar la movilidad. Su uso comenzó en la medicina para la fragmentación de cálculos renales, pero ha evolucionado hasta convertirse en un recurso eficaz para tratar lesiones deportivas, patologías crónicas y problemas musculares.
A lo largo de este artículo, vamos a entrar en detalle sobre qué son las ondas de choque, cuál es su funcionamiento, qué tipos existen y cuáles son sus beneficios. Además, conoceremos su aplicación en fisioterapia, las fases del tratamiento y las situaciones en las que su uso está recomendado o contraindicado.
Qué son las ondas de choque
Las ondas de choque son impulsos acústicos de alta energía que se aplican en tejidos lesionados con el fin de generar una respuesta biológica positiva en las estructuras afectadas. Con este estímulo se busca acelerar la regeneración celular y promover la reparación de músculos, tendones o ligamentos, según donde se aplique.
En fisioterapia, este tratamiento es especialmente útil para abordar patologías musculoesqueléticas, las cuales detallaremos más adelante. Su aplicación busca estimular el metabolismo celular, favorecer la circulación sanguínea y, con ello, reducir la inflamación y el dolor.
Cómo funcionan las ondas de choque
El paciente, al recibir este tratamiento, sentirá impactos controlados por la propagación de impulsos mecánicos de alta velocidad. Al “golpear” en el tejido afectado, generan microtraumatismos controlados que activan el proceso de curación del cuerpo.
Entre sus principales efectos terapéuticos destacan:
- Estimulación de la formación de nuevos vasos sanguíneos (angiogénesis).
- Aumento en la producción de colágeno, esencial para la regeneración tisular, especialmente en tendones.
- Reducción del dolor. Se produce una inhibición de las fibras nerviosas responsables de la nococepción.
- Disminución de la inflamación y reabsorción de calcificaciones en tendones y tejidos blandos.
Tipos de ondas de choque
En el mercado hay dos tipos de ondas de choque utilizadas en fisioterapia:
- Ondas de choque focales: poseen alta energía y se dirigen a una zona específica. Son útiles para tratar afecciones más profundas.
- Ondas de choque radiales: tienen un efecto más disperso y menos profundo. Se emplean en patologías como fascitis plantar o tendinopatías superficiales.
Para qué sirven las ondas de choque: Beneficios
Las ondas de choque son una herramienta más en el tratamiento y nos aporta numerosos beneficios en la recuperación de lesiones y patologías del aparato locomotor. Aquí detallamos algunas de sus ventajas más destacadas:
- Alivio del dolor crónico en la zona tratada.
- Mejora de la movilidad y funcionalidad del tejido.
- Reabsorción de calcificaciones en tendones y tejidos blandos.
- Reducción de la inflamación y estimulación de la reparación celular.
- Disminución del tiempo de recuperación en lesiones deportivas.
Algunas patologías tratadas con ondas de choque son:
- Fascitis plantar.
- Tendinitis rotuliana y del manguito rotador.
- Epicondilitis (codo de tenista) y epitrocleitis (codo de golfista).
- Síndrome de dolor miofascial y puntos gatillo.
- Retraso en la consolidación ósea.
Tratamiento con ondas de choque
Fases en la fisioterapia e instrumentos que se utilizan
Como cualquier tratamiento en fisioterapia, no se elige la aplicación de ondas de choque por protocolo o por “azar”. Siempre hay que seguir unos pasos que detallamos a continuación:
- Evaluación inicial: el fisioterapeuta analiza la lesión y determina la mejor estrategia de tratamiento.
- Aplicación de las ondas de choque: el dispositivo genera ondas focales o radiales en la zona afectada.
- Terapia complementaria: se combinan las ondas de choque con ejercicios terapéuticos, terapia manual y otras técnicas de fisioterapia.
- Seguimiento y ajuste del tratamiento: según la evolución del paciente.
Entre los instrumentos utilizados se encuentran:
- Equipos de ondas de choque.
- Gel conductor para optimizar la transmisión de las ondas.
- Ecógrafos para localizar la zona exacta de aplicación, en algunas ocasiones.
Cuándo implementar la terapia de ondas de choque
En primer lugar hay que tener en cuenta que el fisioterapeuta debe evaluar cada caso individualmente antes de iniciar el tratamiento. En base a la evaluación se determinará la zona lesionada, las estructuras a tratar y su relación con la dolencia de la persona. Entonces el profesional decidirá en qué estructuras aplicará las ondas de choque y la dosis adecuada.
Contraindicaciones de las ondas de choque
Si bien es una técnica segura, existen situaciones en las que no se recomienda su aplicación:
- Embarazo.
- Trastornos de la coagulación o uso de anticoagulantes.
- Presencia de infecciones o tumores.
- Pacientes portadores de marcapasos o implantes electrónicos.
- Menores en etapa de crecimiento, debido a la posible afectación de las placas de crecimiento.
Conclusión
La fisioterapia con ondas de choque representa una gran herramienta terapéutica para tratar lesiones musculoesqueléticas de manera efectiva y no invasiva. Gracias a su capacidad para reducir el dolor, mejorar la circulación y estimular la regeneración tisular, se ha convertido en una opción popular tanto en fisioterapia como en medicina deportiva. Sin embargo, su aplicación debe realizarse bajo supervisión profesional para garantizar seguridad y resultados óptimos en cada paciente. En Vitae, clínica de fisioterapia en Rincón de la Victoria, contamos con experiencia aplicando este tipo de técnica de fisioterapia avanzada. Estamos a tu disposición para abordar tus problemas y dolores físicos y musculares en nuestro centro.
