El método Pilates es una forma de entrenamiento físico que aumenta tu fuerza, flexibilidad y equilibrio. Consiste en una serie de movimientos y posiciones que te dan más fuerza y coordinación. La respiración profunda y la relajación son componentes importantes al hacer los ejercicios del método Pilates.
Los movimientos de esta práctica se concentran en los músculos del abdomen, del suelo pélvico y la espalda, que tienen un papel clave en la buena postura, el equilibrio y la fortaleza muscular. Durante el embarazo, nuestro cuerpo sufre mucho por los cambios que se producen. Durante el período de gestación, nuestros músculos deben estar preparados para soportar la transformación que nuestro cuerpo, sobre todo zona pélvica, espalda y abdomen, va a experimentar.
El Pilates es una de las disciplinas que mejor nos pueden venir en ese momento: el control corporal y de la respiración, el trabajo del suelo pélvico, el fortalecimiento de la espalda y la movilización y estabilización de la columna son algunos de los beneficios que podemos obtener al practicar pilates durante el embarazo.
Contraindicaciones
Como la práctica de cualquier deporte, es necesario conocer si la mujer tiene alguna lesión o si hay alguna patología asociada al embarazo que le impida realizar esta actividad. Lo primero que debemos hacer es acudir al ginecólogo y al médico de cabecera para que nos aseguren que el embarazo no es de riesgo y que podemos realizar actividad física moderada sin ningún peligro.
Existen una serie de contraindicaciones que deben ser supervisadas por un obstetra como son hipertensión inducida por el embarazo o mal controlada, placenta previa, incompetencia cervical, rotura prematura de membranas, retardo del crecimiento intrauterino que en definitiva nos impidan realizar cualquier ejercicio físico.
En el primer trimestre es cuando hay más riesgos de complicaciones, por lo que deberemos limitar nuestra actividad física a caminar o pasear sin subir mucho las pulsaciones.
Pasadas las primeras 12-14 semanas el Pilates es muy beneficioso en las embarazadas.
Pautas a seguir para que el ejercicio con pilates resulte gratificante.
• Todos los ejercicios deben realizarse bajo la supervisión de un profesional cualificado, valorando al inicio y a lo largo de la gestación que no exista ningún riesgo médico que lo contraindique.
• Durante la actividad debemos controlar el pulso de la embarazada para comprobar que no se acelere demasiado ya que puede ser peligroso para el feto.
• Ejercitarse con suavidad y siempre escuchando nuestro cuerpo, de manera que si aparece algún dolor o molestia deberemos reducir el ritmo.
• Es recomendable beber líquidos antes de la sesión de ejercicio, y que no sea inmediatamente tras comer para evitar vómitos y molestias abdominales.
• En los ejercicios que impliquen sentarse o tumbarse, es necesario hacerlo lentamente, para evitar sobrecarga en la espalda y mareos si se cambia demasiado rápido de posición. No se debe permanecer en decúbito supino durante más de cinco minutos durante el segundo y tercer trimestre de gestación, por el riesgo de sufrir una hipotensión, debido al peso que ejerce el útero sobre la vena cava.
• Viste prendas cómodas, de algodón y un sostén reforzado, por el aumento del tamaño del pecho en el embarazo.
Beneficios de la práctica de pilates durante el embarazo:
Hacer pilates puede ser beneficioso para trabajar y fortalecer los músculos más perjudicados durante el embarazo (abdomen, espalda y pelvis) sin tensar o forzar otras articulaciones.
• Fomenta una buena postura y una mayor fuerza abdominal, corrigiendo la excesiva inclinación pélvica que se produce en el embarazo, y que suele crear dolor lumbar y problemas posturales.
• Mejora la respiración en el parto y reduce la falta de aliento durante el embarazo
• Incrementa la resistencia.
• Mejora la circulación sanguínea y previene la aparición de varices y calambres en las piernas.
• Facilita el parto, fortaleciendo los músculos del suelo pélvico.
• Ayuda a relajarse, mejora el sueño y aumenta los niveles de energía.
• Propicia una rápida recuperación posparto.
Los ejercicios de pilates están diseñados para ayudar a las mujeres embarazadas a sentirse mejor y más fuertes a medida que avanza la gestación y le prepara para el parto. Además, aportan Concentración y precisión del cuerpo muy útil en el momento del parto. Como se realizan movimientos específicos, las mujeres desarrollan un control, que ayuda a moverse con más facilidad. Desplazamiento del centro de gravedad, muy importante, ya que puede cambiar notablemente la forma en que la embarazada se mueve o camina. Ten especial cuidado en realizar ejercicios en los que se deba contraer el abdomen o tensionar músculos sin que haya ningún movimiento, este último podría poner en riesgo a tu sistema circulatorio. Con respecto al último trimestre, evita aquellos ejercicios en los que tengas que permanecer durante mucho tiempo boca arriba, pueden dañar tu abdomen y espalda.
Las diferencias entre la práctica de Pilates durante el embarazo y fuera de él se basan específicamente en los cambios fisiológicos que tienen lugar en la anatomía de la mujer durante la gestación. Conocerlos para poder adaptar el tipo e intensidad de los ejercicios es la clave para poder realizar esta disciplina correctamente.
En definitiva, si estás embarazada y quieres mantenerte activa el método Pilates puede ser un buen plan de ejercicios para mantener tu cuerpo saludable y fortalecido, sobre todo, ayuda a prepararte para el momento del parto, controlando la respiración y el movimiento de tus músculos y facilitando la colocación del bebé para lograr un nacimiento más óptimo.